LAS ENSEÑANZAS DE DON JUAN XVII
EL TONAL Y EL NAGUAL-SÈPTIMA PARTE
EL NAGUAL HUMANO/ SEGUNDA PARTE
“El nagual y el tonal. Una vez te dije que esos dos puntos estaban fuera de uno mismo y a la vez no lo estaban. Esa es la paradoja de los seres luminosos. El tonal de cada uno de nosotros es solo un reflejo de ese indescriptible, desconocido, lleno de orden: el gran tonal; el nagual de cada uno de nosotros es solo un reflejo de ese indescriptible vacío que lo contiene todo: el gran nagual”.
Carlos Castaneda
“El orden de nuestra percepción es el dominio exclusivo del tonal, solo allí pueden nuestras acepciones tener continuidad, solo allí son como escaleras en las que uno puede contar los peldaños. No hay nada por el estilo en el nagual. Por ello, la visión del tonal es una herramienta y como tal no es solo la mejor herramienta, sino la única que tenemos.”´
“Esta es la explicación de los brujos. El nagual es lo impronunciable. Todos los sentimientos y todos los seres, y todos los uno mismo, que son posibles, flotan en él para siempre, como barcas apacibles y constantes. Entonces la goma de la vida pega a algunos de ellos. Cuando la goma de la vida pega a esos sentimientos se crea un ser, un ser que pierde el sentido de su verdadera naturaleza, y se ciega con el brillo y el clamor del área done están los seres en el tonal. El tonal es donde existe toda la organización unificada. Un ser entra al tonal una vez que la fuerza de la vida ha unido los sentimientos que se necesiten. Una vez te dije que el tonal empieza al nacer y termina al morir, lo dije porque sé que apenas la fuerza de la vida deja el cuerpo todos esos pedazos aislados o que forman el racimo se desintegran y regresan al sitio de donde vinieron: el nagual.
Lo que un guerrero hace al viajar a lo desconocido se parece mucho a la muerte, excepto que su racimo de sentimientos aislados no se desintegra, sino que se expande un poco sin perder la únión. En la muerte, sin embargo, todos se hunden en lo profundo y se mueven por su propia cuenta, como si nunca hubieran sido unidad.
Carlos Castaneda.
—Eso te demostrará que el ser hechicero no es gran cosa. Isidoro Baltazar es hechicero; ser un hombre de conocimiento es algo diferente. Para ello los hechiceros deben esperar a veces toda una vida.
—¿Cuál es la diferencia? —pregunté.
—Un hombre de conocimiento es un líder —explicó en voz baja, sutilmente misteriosa—. los hechiceros precisan de líderes para guiamos hacia y a través de lo desconocido. Un líder se revela por sus acciones; no tienen precio, lo cual significa que no se los puede comprar, sobornar, adular o mistificar. Se acomodó mejor en su silla, y dijo que todos los de su grupo habían acordado estudiar a los líderes a través de la historia para descubrir si alguno de ellos llegó a justificar su condición de tal.
—¿Ha encontrado usted algunos que lo lograron?
—Algunos —admitió—. los que encontramos podrían haber sido naguales. los naguales son, pues. líderes naturales, hombres de tremenda energía que se convierten en hechiceros agregando un hito más a su repertorio: lo desconocido. Si esos hechiceros llegan a convertirse en hombres de conocimiento no existe prácticamente límite a lo que pueden alcanzar.
—¿Pueden las mujeres…? —No me permitió terminar.
—Las mujeres, como descubrirás algún día, pueden hacer cosas infinitamente más complejas aún.
Ser en el ensueño de Florinda Donner Grau
COMENTARIO PERSONAL
He estado bloqueado durante un tiempo, no podía seguir con el tema del nagual hasta encontrar el párrafo de la metáfora de las barcas apacibles y constantes que flotan en la infinitud del nagual. Lo necesitaba porque era la piedra angular sobre la que edificar mi subjetiva explicación de lo que es el nagual, el tonal, el nagual humano, el pequeño tonal dentro del gran tonal, lo que es el nacimiento, lo que es la muerte según la filosofía chamánica de Castaneda. No lo conseguía encontrar porque me obcecaba en buscarlo en la N de nagual en mi agenda, cuando en realidad estaba en la B de brujo, la explicación de los brujos. Por pura casualidad hoy lo encontré, buscando algo en mi agenda, tras leer las páginas correspondientes al día de hoy del libro de Florinda. Allí he encontrado también algunos conceptos interesantes que me ayudarán a comenzar a edificar ese pequeño edificio que pretende ser mi explicación personal de estos temas. Tal vez tenía que comenzar a leer el libro de Florinda para que la metáfora de las barcas y el nagual humano encajaran. Uno nunca sabe por qué a veces no encuentra lo que busca y por qué a veces encuentra lo que ya no busca. En el tonal existe el tiempo y el tiempo es importante cuando hay que encajar piezas, porque cada una de ellas existe en un tiempo y la totalidad de esas piezas unidas existe en otro tiempo, apresurarse, saltarse los tiempos establecidos nos lleva a resultados parciales que pudieran haber sido completos de haber tenido un poco de paciencia y esperado el tiempo necesario. Hacer lo que uno tiene que hacer, sí, pero cuando tiene que hacerlo, también.
Yo pensaba que un nagual humano era el escalón supremo en la evolución de un guerrero, pero la lectura del libro de Florinda ha cambiado ese pensamiento. Recordemos:
—Un hombre de conocimiento es un líder —explicó en voz baja, sutilmente misteriosa—. los hechiceros precisan de líderes para guiamos hacia y a través de lo desconocido. Un líder se revela por sus acciones; no tienen precio, lo cual significa que no se los puede comprar, sobornar, adular o mistificar. Se acomodó mejor en su silla, y dijo que todos los de su grupo habían acordado estudiar a los líderes a través de la historia para descubrir si alguno de ellos llegó a justificar su condición de tal.
Un guerrero es un brujo, un hechicero, un hombre de conocimiento, un nagual. Pensaba que todo eran escalones, primero te haces aprendiz de guerrero, luego llegas a ser brujo, hechicero y a veces tras toda una vida, consigues ser hombre de conocimiento. Pensaba que un nagual era el guerrero que ha conseguido completarse y de esta forma se transforma en nagual, pero este párrafo del libro de Florinda parece indicar algo totalmente distinto. Se podría decir que un nagual es un líder que los hechiceros necesitan para guiarnos hacia y a través de lo desconocido. Esto parece indicar que ser un guerrero, un brujo, un hechicero, un hombre de conocimiento no es suficiente “per se” para convertirte en nagual y guiar al grupo de guerreros hacia la brecha del mundo físico, a través de la que todos pasan para encontrarse con el Águila. También parece indicar que no todos los guerreros están capacitados para ser líderes de grupo y enseñar a los que llegan. Se necesita un líder, un nagual, pero éste no tiene que ser necesariamente ya un guerrero, un grujo, un hechicero, basta con que sea un líder. Y a éste líder se revela por sus acciones. Ahora sí, tiene sentido que cuando aparece Castaneda, sin ser un guerrero, cuando don Juan inicia su adiestramiento e iniciación, ya sabe que es un nagual, aunque su error, como él mismo confiesa, es haber pensado que era un nagual de cuatro puntas, para los que ya hay una norma, una Regla, y no uno de tres puntas, para los que no hay Regla y hay que buscarla.
Castaneda es un nagual por su condición de liderazgo, pero ni siquiera es aún un guerrero, tiene que ser adiestrado, iniciado, puesto a prueba y de ello se encargarán don Juan y don Genaro.” los naguales son, pues. líderes naturales, hombres de tremenda energía que se convierten en hechiceros agregando un hito más a su repertorio: lo desconocido. Si esos hechiceros llegan a convertirse en hombres de conocimiento no existe prácticamente límite a lo que pueden alcanzar”. De esta forma se podría decir que cualquier líder natural, cualquier hombre de tremenda energía que aparece a la vista de un guerrero, de un grupo de guerreros, de un hechicero, y sobre todo de un nagual, se convierte en un candidato a dirigir esa formación guerrera. Cuando hay otros naguales que dirigen otros grupos, éstos ayudan al nuevo nagual a encontrar todos los componentes que necesitan para su grupo, las guerreras de los cuatro puntos cardinales, los guerreros, los propios, etc etc.
Estos líderes naturales pueden tener tendencia a convertirse en naguales, añadiendo un hito más a su repertorio: lo desconocido. Pero, en mi opinión, no siempre tiene que ser así, un líder puede pasar de largo ante esta oportunidad y de hecho don Juan le dice repetidas veces a Castaneda que puede volver a su vida anterior si así lo desea. La trampa que se le tiende, que don Juan tiende a Castaneda, es la de mantenerle engañado sobre lo que está haciendo con él hasta que una vez ha dado los primeros pasos en el camino del guerrero, una vez que don Genaro le asusta mostrándole el nagual, ya es muy difícil echarse para atrás, hay que encontrar una explicación para lo vivido, ya no se puede regresar a la vida anterior y pensar que todo será igual que antes porque las experiencias vividas cambian definitivamente la vida del que se acerca al camino del guerrero. Pueden haber existido muchos de estos líderes naturales que han pasado de largo, han regresado a sus vidas pasadas y se han convertido en líderes, políticos, intelectuales o de cualquier otro tipo, pero no se han transformado en los naguales de su grupo de guerreros. Este es un tema interesante para elucubrar, pero no nos aporta nada en el estudio del nagual humano.
Tenemos, pues, cuatro conceptos muy importantes hasta ahora: El tonal, el Nagual, el pequeño tonal o ser humano, sin perjuicio de que se pudiera englobar aquí a los animales, y el nagual humano. Es importante tener en cuenta que “El nagual y el tonal. Una vez te dije que esos dos puntos estaban fuera de uno mismo y a la vez no lo estaban. Esa es la paradoja de los seres luminosos. El tonal de cada uno de nosotros es solo un reflejo de ese indescriptible, desconocido, lleno de orden: el gran tonal; el nagual de cada uno de nosotros es solo un reflejo de ese indescriptible vacío que lo contiene todo: el gran nagual”.
No somos islas independientes de los demás y de la realidad, sino barcas “. El nagual es lo impronunciable. Todos los sentimientos y todos los seres, y todos los uno mismo, que son posibles, flotan en él para siempre, como barcas apacibles y constantes”. Este es un concepto fundamental y extraordinario que de alguna manera armoniza con el mundo de la física cuántica que llevo estudiando algunos años. Ahora mismo estoy leyendo el libro de Stephen Hawking, El gran diseño, y encuentro sorprendentes semejanzas con este concepto.
Cómo nacemos y por qué nacemos es la gran pregunta que nos hacemos todos y a la que nos gustaría poder responder en algún momento de nuestra vida o de nuestras vidas. La metáfora de las barcas, meciéndose apaciblemente en la infinitud del nagual, es un poco como el caldo cósmico de las partículas subatómicas y la goma con la que se pegan esas barcas hasta formar una entidad suficiente, con suficiente consciencia, para que pueda nacer como ser humano, también se parece mucho a la vinculación de las partículas y su relación, empujadas por las grandes fuerzas cósmicas que a Hawking le gustaría unificar en la gran teoría de la unificación.
En el libro tibetano de los muertos se habla también del nacimiento, solo que de otra forma. No hay pegamento que una a esas barcas hasta conseguir la consciencia elemental, sino que los difuntos permanecen moviéndose de acá para allá, de acuerdo la movilidad extrema de su mente que no es capaz de permanecer quieta, hasta que, rechazada la liberación que se les va ofreciendo por los diferentes Bodhisattvas acaban entrando en alguna de las matrices que les llevarán a los diferentes mundos o dimensiones, humana, animal, dioses, etc. Parece haber un abismo irreconciliable entre estas filosofías, la budista y la chamánica, en la que la reencarnación no parece posible, sin embargo yo me hago algunas preguntas.
No todos los seres que se reencarnan ya se han reencarnado muchas veces, tiene que haber una primera vez. Cierto que el tiempo solo funciona en el tonal, en el mundo físico, pero el nacimiento ocurre ahí, en el tonal; como es lógico en algún momento del tiempo. ¿Qué ha ocurrido antes? ¿Cómo se forma una consciencia que luego se reencarna en un cuerpo físico?
Según la religión cristiana y algunas otras religiones o filosofías religiosas es Dios quien crea el alma para que se reencarne en un cuerpo físico concreto. Si eso no fuera posible o el vehículo fuera destruido antes o después de nacer, el alma pasaría a una dimensión llamada Limbo. En el budismo naces una vez pero has nacido ya muchas veces, si el cuerpo se destruye antes de nacer esperas a otra reencarnación. Dios no crea el alma directamente para que se encarne en un cuerpo físico concreto, no existe el ego, todo es un engaño de Maia. Los materialistas piensan que somos cuerpo, que nacemos por una serie compleja de vinculaciones de células, guiadas por el código genético. Al morir desaparece el cuerpo y con él desaparecemos nosotros. Toda podrá ser explicado alguna vez, cuando la ciencia esté suficientemente avanzada.
¿Qué ocurre en la filosofía chamánica de Castaneda? El nagual es infinito, invisible, misterioso, en él flota todo como barquichuelas apacibles. De pronto se produce una vinculación a través del pegamento vital. “Todos los sentimientos y todos los seres, y todos los uno mismo, que son posibles, flotan en él para siempre, como barcas apacibles y constantes. Entonces la goma de la vida pega a algunos de ellos. Cuando la goma de la vida pega a esos sentimientos se crea un ser, un ser que pierde el sentido de su verdadera naturaleza, y se ciega con el brillo y el clamor del área done están los seres en el tonal”. Se podría decir que la fuerza vital atrae y vincula, pega, como las partículas subatómicas, cuánticas, se vinculan y se pegan por la atracción de las fuerzas físicas. Pero hay algo interesante, se habla también de sentimientos que navegan como barcas en el nagual, también se podría hablar de pensamientos, aunque no se dice expresamente. Es decir que en ese océano invisible del nagual flota todo, todo lo que no sea tonal, claro, porque los pequeños tonales pertenecen al gran tonal. Entonces habría que preguntarse cómo pueden existir emociones, sentimientos, pensamientos en el nagual. Para ello tendría que haber previamente seres humanos con emociones y pensamientos que al morir son absorbidos por el nagual y flotan a la deriva. O no, si lo miramos desde la perspectiva del Águila y sus emanaciones, se podría decir que todo lo que existe o puede existir está en la mente del Águila y es proyectado en emanaciones, creando todo lo existente, todas las dimensiones. Son emanaciones compulsivas, son órdenes, imposibles de bloquear, somos pues esclavos de la emanación a la que pertenecemos, por eso un guerrero busca la libertad como última y única meta.
Existe la infinitud del tonal a la que pertenece nuestro pequeño tonal y existe la infinitud del nagual a la que pertenece nuestro nagual humano. Podríamos intentar crear líneas y fronteras, pero no las hay. “El orden de nuestra percepción es el dominio exclusivo del tonal, solo allí pueden nuestras acepciones tener continuidad, solo allí son como escaleras en las que uno puede contar los peldaños. No hay nada por el estilo en el nagual. Por ello, la visión del tonal es una herramienta y como tal no es solo la mejor herramienta, sino la única que tenemos.”´ Así pues somos un pequeño tonal porque en el nagual se han pegado “cosas”. “El tonal es donde existe toda la organización unificada. Un ser entra al tonal una vez que la fuerza de la vida ha unido los sentimientos que se necesiten. Una vez te dije que el tonal empieza al nacer y termina al morir, lo dije porque sé que apenas la fuerza de la vida deja el cuerpo todos esos pedazos aislados o que forman el racimo se desintegran y regresan al sitio de donde vinieron: el nagual”.
De esta manera para el chamanismo de Castaneda no existe la creación del alma por Dios que se une a un cuerpo, lo que ocurre es que la fuerza vital pega todo lo necesario para que se produzca una consciencia, un individuo que nace al tonal. No sabemos qué es necesario, ni cuánto, cuántos sentimientos, emociones, pensamientos, etc etc. En algún momento las barquitas apacibles que nadan en el nagual se pegan y se convierten en un gran barco que es el individuo, la consciencia. No existiría el karma, no nacemos en un determinado cuerpo porque tenemos un karma que pagar, ni tenemos estas emociones, sentimientos y pensamientos porque hemos vivido otras vidas y las arrastramos a esta. Se podría decir que nacemos como somos porque determinadas barquitas que flotan en el nagual se han unido debido a la fuerza vital. Sería algo aleatorio, sería la suerte la que hace a algunos como son y la mala suerte la que nos hace a otros como somos. Eso no parece muy justo. Pero sobre la lógica y la justicia y otros temas, hablaremos en el próximo capítulo. Aún queda mucho, casi ni hemos empezado.
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