LETRA DE CONTINUACIÓN
DOBLE, EL
Relatos de poder
Carlos Castaneda
“Un doble es el brujo mismo desarrollado a través de su soñar. Un doble es un acto de poder para un brujo, pero solo un cuento de poder para ti. En el caso de Genaro, su doble no se puede distinguir del original. Eso se debe a que su impecabilidad como guerrero es superior. Así, tú mismo nunca has notado la diferencia. Pero en los años que llevas de conocido sólo dos veces has estado con él, todas las otras veces has estado con su doble.
Don Juan dijo que el doble tenía poder, y que lo usaba para realizar hazañas que serían inimaginables en términos ordinarios. Ya te he dicho una y otra vez que el mundo no tiene fondo. Y tampoco lo tenemos nosotros los hombres, o los otros seres que existen en este mundo. Por eso es imposible razonar al doble.
Bueno, un brujo puede desdoblarse, eso es todo lo que se puede decir. Se da cuenta que está desdoblado- ¿Sabe que está en dos sitios a la vez? Ningún brujo sabe dónde está su otro. Un brujo no tiene la menor idea de que está en dos sitios al mismo tiempo. Tener conocimiento de eso equivaldría a encarar a su doble, y el brujo que se encuentra cara a cara consigo mismo es un brujo muerto. Esa es la regla. Ese es el modo que el poder ha armado las cosas. Nadie sabe por qué.
Cuando un guerrero ha conquistado el soñar y el ver, debe haber logrado asimismo borrar la historia personal, el darse importancia a sí mismo y las rutinas. Un guerrero fluido ya no puede ponerle fechas cronológicas al mundo y para él, el mundo y él mismo, ya no son objetos. El es un ser luminoso que existe en un mundo luminoso. El doble es cosa sencilla para un brujo porque él sabe lo que hace. Un brujo sin duda puede notar, después, que ha estado en dos sitios al mismo tiempo. Pero esto solo sirve para llevar la cuenta y no afecta en nada al hecho de que mientras actúa no tiene idea de que es doble.
El mundo se nos viene encima directamente, la descripción del mundo siempre está en el medio. Así pues, hablando con propiedad, siempre estamos a un paso de distancia y nuestra vivencia del mundo es un recuerdo de la experiencia. Estamos eternamente recordando el instante que acaba de suceder, acaba de pasar. Recordamos, recordamos, recordamos.
Si toda nuestra vivencia del mundo es recuerdo entonces no resulta tan absurdo decir que un brujo puede estar en dos sitios al mismo tiempo. Pero ese no es el caso, desde el punto de vista de lo que él siente, porque para vivir el mundo, un brujo, como cualquier otro hombre, tiene que recordar el acto que acaba de realizar, la experiencia que acaba de vivir. En el conocimiento de un brujo hay un solo recuerdo. Sin embargo para alguien que estuviera mirando a un brujo. El brujo aparecería como si estuviera actuando a la vez en dos episodios diferentes. El brujo, no obstante, recuerda sus dos instantes aislados, distintos, porque para él la goma de la descripción del tiempo ya no pega más.
La solidez, el cuerpo, son recuerdos, al igual que todo lo demás que sentimos del mundo son recuerdos que acumulamos. Tú tienes el recuerdo de mi solidez igual que tienes el recuerdo de comunicarte con palabras.
El único modo de contrarrestar el devastador efecto del mundo de los brujos es reírte de él.
EL SECRETO DEL DOBLE
El secreto del doble radica en la burbuja de la percepción, que en tu caso estaba aquella noche en lo alto del peñasco y en el fondo del barranco al mismo tiempo. El racimo de sentimientos puede agruparse al instante en cualquier parte. En otras palabras, podemos percibir a la vez el aquí y el allí… Esos dos recuerdos no pueden acomodarse uno tras otro porque ocurrieron al mismo tiempo.
COMENTARIO PERSONAL
El doble es uno de los conceptos más intrigantes y apasionantes de la filosofía chamánica de Castaneda, al menos para mí. No es un concepto totalmente novedoso, porque ya en el esoterismo se habla de cuerpo astral, cuerpo de luz o de energía, e incluso en una religión tan conservadora y aceptable para muchos, como es el catolicismo, ya se habla de un tipo de milagros de los que se deduce claramente el concepto de “doble” aunque no se exprese así, teniendo un exquisito cuidado en no deducir nada al respecto, porque estas deducciones nos llevarían a un terreno muy pantanoso. Se trata de la bilocación. Entre los milagros de los santos éste es para mí uno de los más llamativos. Se habla de que en la vida de algunos santos se constató el milagro de que éstos fueran vistos en dos lugares a la vez al mismo tiempo. Dejando de lado el tema de los milagros, a la luz de la filosofía del guerrero, que podría ser muy interesante, el hecho de que el catolicismo admita, sin más, la bilocación como un milagro que sirve para canonizar a los que luego serán santos, es muy, pero que muy llamativo.
Resulta muy complicado, científicamente, explicar la posibilidad del doble, porque todos conocemos bastante bien las leyes físicas básicas que conforman nuestro mundo, nuestra realidad, y éstas no se pueden anular así como así, aunque es cierto que una ley tan elemental como la ley de la gravedad puede ser contrapesada con otras para conseguir unos determinados efectos que en otros tiempos podrían considerarse como milagrosos, tales como el funcionamiento de los aviones. ¿Por qué vuelan los aviones? No es mi especialidad y no voy a meterme en ello, pero seguro que un ingeniero areonaútico lo podría explicar bastante bien, incluso de forma sencilla. Se pueden utilizar determinadas leyes físicas para modificar otras, eso es evidente, lo que resulta imposible, al menos de momento, es formular una hipótesis aceptable que permita ver la existencia del doble como algo verosímil.
Es curioso, porque hace unos días recibí una noticia en mi móvil que me interesó de inmediato y leí apasionadamente. Se trataba de un experimento, realizado en un acelerador de partículas, no sé dónde, en el que se intentaba comprobar cómo las partículas cuánticas podía influir en nuestro mundo físico. Al parecer el experimento salió bien y con todas las reservas se trata del primer paso para explicar y comprender cómo las partículas cuánticas influyen en el mundo físico. No voy a explicar el experimento porque me cuesta narrar lo que no comprendo muy bien, pero lo cierto es que se produjo un efecto incontrovertible, se afectó a un peso de unos cuarenta kilos, que bien podría ser un cuerpo humano, muy delgadito, eso sí, no precisamente el mío. Creo que ese es un buen camino para la ciencia. Si el mundo cuántico es invisible y la ciencia demuestra que algo invisible afecta al mundo visible, al mundo físico de todos los días, ya estamos metidos en un camino que podría llevarnos muy lejos.
Con todo esto sólo quiero recalcar que hablar del doble no es hablar de mundos de fantasía generados por la imaginación y que lo que se cuenta en los libros de Castaneda no es un delirio, se habla de experiencias que otros no han vivido pero que podrían ser perfectamente reales, tan solo habrá que esperar a que la ciencia avance, tal vez solo un poco, tal vez en no mucho tiempo. Antes de analizar lo que se dice en los libros de Castaneda, lo que dice don Juan sobre el doble, me gustaría comentar algunas experiencias personales que en su tiempo me aterrorizaron y me llevaron a plantearme muchas cosas para las que no encontraba respuesta hasta que leí a Castaneda y me hice una idea de lo que podía estar pasando. La posibilidad de que mi mente pudiera estar generando determinados efectos físicos me angustió hasta el terror.
En los estudios rosacruces que estaba entonces siguiendo se habla de la proyección mental como de algo comprobado y para nada alejado de la ciencia. Fue por esto que comencé a hacer determinados experimentos y a observar sus posibles efectos. La gran dificultad con que me encontré fue poder diferenciar efectos físicos no visibles pero que podrían explicarse de una determinada manera de otros para los que no encontraba una explicación causal razonable. En mi juventud estuve muy interesado en todo el mundillo de los fenómenos parapsicológicos, entre otras cosas, por eso no me resultan desconocidas palabras tales como telequinesia o psicofonías. Angustiado porque mi mente se pudiera proyectar y producir fenómenos físicos llegué a observar que a veces se producían extraños ruidos a mi alrededor, tales como golpes en las paredes, por ejemplo. Antes de plantearme nada más intenté encontrar una explicación razonable, tal como que las tuberías del agua tenían problemas y producían esos ruidos al cortarse el agua un momento y luego reanudarse el suministro. Busqué todo tipo de explicaciones pero ninguna me pareció totalmente segura. Si en aquellos tiempos se hubiera producido el experimento del que he hablado más arriba me habría planteado si mi mente estaba conformada por partículas cuánticas que yo proyectaba y que en determinados casos y circunstancias podían interferir con el mundo físico, generando algo perfectamente medible como un ruido.
De hecho yo había llegado a algunas conclusiones mediante la deducción más lógica. Por eso envié una consulta a mi maestra rosacruz para hablar de ello. Su respuesta fue tan dura, tan poco humana que abandoné. No entendía por qué no se me daban respuestas lógicas a preguntas lógicas, como si hubiera algo que ocultar. Lo peor fue la utilización de una farsa de control tan básica como intentar hacerme creer que lo único que ocurría es que yo estaba loco y necesitaba visitar a un psiquiatra. Me pregunté por qué podían admitir con total claridad que un estudioso rosacruz podía proyectar su mente hasta otro y anunciarle su cercana muerte y despedirse de él, como al parecer se había comprobado. Cómo se podía admitir que se podía proyectar la mente para hacer curaciones a distancia y no hacer las deducciones correspondientes, es decir, lo que se usa para el bien, se puede usar para el mal, por el mismo camino que vas, puedes venir. ¿Tal vez les asustaba hablar de magia negra, del lado oscuro del universo, de que la luz tiene su opuesto en la oscuridad?
Durante años no pude evitar seguir haciendo deducciones y las conclusiones a las que llegué me aterrorizaron hasta descubrir el concepto de doble expresado por don Juan en las citas que encabezan este capítulo del diccionario chamánico. Sin saber muy bien cómo yo también llegué a la deducción de la existencia de un doble. Yo lo veía como el cuerpo astral que se proyecta y que actúa fuera de nosotros e incluso al margen de nuestra consciencia. En los libros de Castaneda don Juan también habla en ciertos momentos de cuerpo de luz o de huevo luminoso. Mi miedo más profundo era el de que mi “doble” estuviera haciendo cosas que mi consciencia vigil no haría nunca, porque tenía una ética, porque no las hubiera hecho de forma consciente. También llegué a la conclusión de que eso ocurría sobre todo en sueños, cuando nuestra consciencia cotidiana pierde el control de nuestra consciencia onírica. El mundo de los sueños se volvió de pronto para mí apasionante. Luego la lectura del arte de ensoñar puso muchos puntos sobre muchas “ies”. Me dio unas ideas bastante claras de lo que podía y de lo que no podía hacer. Uno de los conceptos clave fue el del que nuestro yo cotidiano no podía saber dónde se encontraba nuestro doble o lo que hacía. Había llegado a obsesionarme con la idea de saber qué hacía mi doble en sueños. Me aterrorizó la posibilidad de que estuviera viendo mi futuro o mis futuros y trazando él, por su cuenta, el posible mejor futuro para mí, con el que yo muy bien no podía estar de acuerdo. Luché desesperadamente por conseguir un encuentro con mi doble para que me explicara lo que estaba haciendo. Si es verdad lo que dice don Juan que un brujo que se encuentra con su doble es un brujo muerto, algo que no me parece tan inverosímil, debo dar gracias a no haberlo conseguido, aunque aquel sueño en el que mi yo futuro me visitaba en sueños y me despertaba pudo muy bien haber sido el principio del fin. Es un sueño que realmente ocurrió y que narro en mi novela “El loco de Ciudadfría”. Fue solo un instante y me desperté, pero el terror que sentí en aquellos momentos no se me olvidará nunca.
Mi fantasía, siempre tan viva, tan delirante, me llevó a elucubrar sobre las infinitas posibilidades de un doble actuando al margen de nosotros, en sueños o en momentos en que perdemos el control de nuestra consciencia estando despiertos. Estas elucubraciones fueron terroríficas, aunque luego muy aprovechables para ciertos relatos como “El verdugo del karma”, relatos esotéricos y muchos otros que andan por ahí sin terminar. Desde luego que la mejor actuación del doble sería la que lleva a cabo el doble de Genaro entrenando a Castaneda en el camino del guerrero. Resulta curioso saber, como le dice don Juan, que la mayoría de encuentros que éste tiene con Genaro son en realidad con su doble y que éste, Genaro, no sabía dónde estaba su doble y qué hacía. Las historias que se cuentan del doble de Genaro actuando con Castaneda, son realmente terroríficas, no sé si tanto como las que viví yo con mi imaginación, pero bastante. También llegué a plantearme la posibilidad de encarrilar a mi doble hacia actuaciones mucho más positivas de aquellas que imaginaba que podía estar realizando, tales como misiones de ayuda, ayudando a otros, curando, evitando acontecimientos espantosos como actos terroristas, por ejemplo. Esto me ocupó durante algunos años y mi pasión por los sueños llegó a la obsesión. Fue por entonces cuando comencé a anotar todos los sueños al despertarme, a analizarlos, reflexionar sobre ellos e incluso ordenarlos en la serie de textos del blog, Mi vida onírica, Agenda onírica. Reconozco que nunca conseguí gran cosa, pero no era de esperar teniendo en cuenta que un guerrero no puede saber dónde está su doble o lo que está haciendo.
Y ahora podemos intentar analizar meticulosamente lo que nos dice don Juan del doble, que puede no ser mucho, pero desde luego que sí es sumamente interesante. Podemos comenzar intentando saber qué es el doble de acuerdo a las enseñanzas de don Juan. El secreto del doble reside en la burbuja de la percepción, nos dice don Juan. Creo que aquí está la madre del cordero. Podríamos decir que el secreto del doble es la percepción. Según percibamos estaremos en un mundo cronológico, en un tiempo, describiendo el mundo, podríamos decir en el concepto chamánico de don Juan, o estaremos en un mundo no cronológico, donde los acontecimientos no se pueden poner uno tras de otro, como le sucede al brujo. Pongamos un ejemplo, tenemos una película en un video que podemos editar, cortamos un trozo y lo colocamos en otro lugar distinto, según sean las escenas nos podemos encontrar con que un actor que estaba en lo alto de un edificio, ahora está en el suelo, sin solución de continuidad al haber suprimido las escenas en las que él baja en el ascensor o por las escaleras. En una película eso no nos sorprende, porque somos conscientes de que en el montaje se ha producido un corte, una elipsis. En la vida real esto nos parece inimaginable porque existen leyes físicas, no podemos dar un salto desde lo alto de un edificio y encontrarnos en el suelo sin más. Sabemos que la ley de la gravedad se puede contrarrestar, por ejemplo utilizando un paracaídas, pero siempre habrá un tiempo entre el estar en un sitio y el estar en otro, no al mismo tiempo. ¿Pero qué ocurre si suprimimos el tiempo?
En uno de mis relatos inacabados que trata de analizar el tiempo mediante una metáfora muy plástica, imagino que ha ocurrido una catástrofe, no en el espacio, que es algo bastante habitual, sino en el tiempo, algo que nos parece de todo punto imposible. En mi relato el protagonista al regresar a casa se encuentra con que sus otros yoes se encuentran sentados, unos encima de otros, en la misma silla que utiliza habitualmente. No puede sentarse porque la silla ya está ocupada por todos los yoes que se han sentado en esa misma silla una hora tras otra, un día tras otro, a lo largo del tiempo. Eso ocurriría si por una catástrofe cuántica o de otro tipo el tiempo dejara de fluir como lo hace en nuestra realidad cotidiana. Podríamos decir que si el tiempo se quebrara nos encontraríamos bilocados puesto que hemos ocupado los mismos espacios pero en diferentes tiempos. La desaparición de la cronología, de la línea temporal generaría la bilocación. Pero no es este el doble del que habla don Juan. He puesto el ejemplo para que nos apercibamos de que la imposibilidad de estar en dos sitios diferentes al mismo tiempo no parece tan absoluta si modificamos el tiempo. Esto pude ocurrir con bastante facilidad si modificamos nuestra percepción, lo que don Juan llama la burbuja de la percepción.
El ejemplo de don Juan es muy llamativo puesto que muchas de las críticas más demoledoras a los libros de Castaneda mencionan este episodio. Esto es imposible, una fantasía, un delirio, nos muestra claramente que todo lo que nos cuenta Castaneda en sus libros es una novela, nunca pudo ocurrir en la realidad. Fijémonos en que don Juan deshace esta aparente crítica demoledora con algo tan sencillo como explicarle a Carlos que su percepción estuvo al mismo tiempo en lo alto del peñasco y en el fondo del barranco. No dice que Genaro estuviera a la vez en el peñasco y en el fondo del barranco sino la percepción de Castaneda.
Por desgracia en mi caso viene siendo más habitual de lo que yo hubiera deseado –porque me genera confusión, desorientación y miedo- el tener percepciones extrañas que yo achaco al salto en el tiempo de mi mente. Así, por ejemplo, es bastante habitual que crea que me están llamando al móvil. Lo tomo, lo enciendo y nadie me ha llamado. Sin embargo en muchos casos ocurre que a los cinco minutos, por poner un tiempo cercano ya que no suele transcurrir mucho tiempo, recibo la llamada auténtica, digamos la real. Las primeras veces que me ocurrió me sentí muy mal, confuso y atemorizado, luego descubrí que estas cosas solían pasarme cando mi mente estaba bastante desconectada de la realidad, en Babia, como suelen decir en mi tierra. Imaginemos que cuando creo percibir la llamada estoy sentado en mi butacón favorito y que cuando la recibo sigo en el mismo lugar, no podría decir que he estado en dos lugares diferentes a la vez. Sin embargo si me levantara del sillón y saliera al jardín habría ocurrido que la primera llamada ocurrió en el butacón y la segunda en el jardín. Aquí si estaría en dos lugares a la vez. El hecho sería el mismo, la llamada de teléfono, y los lugares diferentes, el butacón y el jardín. Esto sería como decir que mi percepción estuvo en dos lugares distintos, lo mismo que la de Castaneda, en lo alto del peñasco y en el fondo del barranco. El hecho es único, la percepción diferente. En mi caso, como mi percepción no es la impecable de un guerrero, la primera llamada es como algo lejano, a veces poco audible, y en cambio la segunda, real, tiene todas las características de las llamadas reales. Bien, supongamos que fuera un guerrero como Genaro, seguro que la primera llamada sería tan intensa y real como la segunda, incluso podría contestarla. Luego ocurriría la segunda llamada que también contestaría. Estaríamos ante un caso de un acto que realiza mi doble y otro que realizo yo. En realidad, como vemos bien en el ejemplo, se trata de la burbuja de la percepción. Mi percepción estuvo en un tiempo diferente, primero cuando estaba sentado en el butacón y luego en el jardín. Una llamada la recibió mi doble y otra mi yo real o mi cuerpo físico, mejor dicho. Solo de imaginar que pudiera vivir las dos experiencias con la misma intensidad me voy por la pata debajo de miedo. No me parece imposible que muriera de un infarto. El guerrero no sabe lo que hace su doble. Es un tema muy interesante, pero tal vez, solo tal vez, bien pudiera ocurrir que algo de lo que hace el doble nos llegara de alguna manera. Porque como dice don Juan, el brujo recuerda y todo son recuerdos, recuerdos y recuerdos. Eso lo veremos en su momento. Hablar de la naturaleza del doble es como intentar descubrir el misterio, un guerrero sabe que no lo conseguirá, pero lo seguirá intentando mientras viva. Me he extendido mucho por lo que seguiremos en el capítulo siguiente.
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