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MI VIDA ONÍRICA XVII
León 21-5-2007
PESADILLA DE ETA
Al despertar me digo que van a atentar contra el rey en Palma de Mallorca.
Vivienda o local en el puerto/ Por la ventana se ve cómo juegan niños/ Hay mujeres y niñas en la casa/Estoy con uno que prepara algo/ Entran dos señores serios, malencarados. Quieren hablar, me mandan a otra habitación/ Me enfrento con uno de ellos mirándole a la cara/ Debe ser el jefe del comando/ En la otra habitación hay un extraño aparato, metales con gomas/ Parece una especie de fuelle de tela/ Me dedico a soplar de una forma determinada. Va a un espacio donde hay libros y otras cosas envueltas en …/Cae un libro, lo tiene un miembro del comando/ Lo abre ,lo lee/ Después de comer, dice / El otro está hablando por teléfono y hace señas por la ventana para que no lo llamen/ Le observa una niña/ Entra un jefe/ El otro cree que les han descubierto y dice que lo mate/ Que le pegue un tiro/ El otro no le hace caso, tiene un plan, buscar mujeres, prostitutas/ Parece ser un infiltrado/ Uno de ellos, joven fuerte, bajo/ Se pone un cinto de cuero, muy ancho/ No sé quién es ni qué hace allí/ Enfrentamiento por algo que no recuerdo/ Sueño muy especial, ritmo narrativo, último sueño de la noche/ Sensación de haber soñado ya algo parecido.
COMENTARIO PERSONAL
Es llamativo que lo considere un sueño sobre ETA y que al despertar piense que van a atentar contra el rey en Palma de Mallorca. He mirado en Internet y los intentos de atentado contra el rey en Palma de Mallorca son anteriores, casi una década. No se trata, pues, de un sueño premonitorio, salvo que se volviera a plantear esa posibilidad unos años más tarde, lo que resulta muy poco verosímil. Se trata de un viaje al pasado, sin mucho sentido, ya que en aquellos tiempos, ni antes, ni después, estuve interesado en documentarme sobre ETA.
También habría que plantearse por qué razón identifico a los personales del sueño como miembros de un comando de ETA. No hay ningún detalle en el sueño que me haga pensar eso de manera incontrovertible. Se trata pues de una deducción del soñador, tal vez basada en otros sueños en los que sí se dieron detalles que claramente hacían pensar en esa posibilidad.
Mi interpretación de los sueños se basa en criterios personales que otros no aceptarán y en experiencias de muchos sueños diarios durante muchos años. No hay nada seguro, el mundo onírico es un misterio, a menudo tan contradictorio como las leyes que al parecer rigen el mundo cuántico. No obstante, a pesar de la fragilidad de cualquier interpretación onírica, me atrevo a mojarme en algunas leyes básicas del mundo onírico:
-No estoy de acuerdo con las interpretaciones de Freud y seguidores sobre el sueño como un cóctel de imágenes generadas por estímulos externos e internos, basadas en las leyes que Freud expuso en sus escritos sobre los sueños. Estoy algo más de acuerdo con la teoría del subconsciente colectivo de Jung y sus arquetipos, aunque hay un tema básico que ninguno de ellos acepta y que a mí me parece esencial a la hora de interpretar los sueños. Se trata de la posibilidad, para mí certeza, de que en sueños nuestro cuerpo astral, energético, o también nuestra mente, salgan del cuerpo y viajen en el tiempo y en el espacio, viviendo experiencias que al despertar quedan bloqueadas en gran parte y el resto son escenas inconexas difíciles de interpretar sin tener los datos esenciales. La posibilidad, para mí certeza, de que en sueños vivimos otras vidas paralelas cambia radicalmente la interpretación de los sueños. En este caso sin la aceptación previa de esa posibilidad la interpretación sería drásticamente distinta, habría que limitarse a pensar en la generación de una escena en base a lo visto en telediarios o informaciones o en un símbolo de algún problema personal del soñador. La posibilidad de haber compartido sueños con personas que sí hayan vivido esa escena tampoco es posible cuando no se acepta que algo en nosotros puede trasladarse fuera del cuerpo.
-Teniendo en cuenta que fuera del cuerpo no hay obstáculos y la mente o el cuerpo astral se trasladan por el espacio-tiempo sin el menor problema, lo que unido a que las creaciones de la mente o fantasías mientras estamos despiertos parecen reales en sueños, a que podemos compartir sueños y pensamientos y emociones con otros, a que nuestra personalidad en sueños es mucho más amplia que estando despierto, ya que nada nos impediría, teóricamente, contactar con lo que fuimos en vidas pasadas, y teniendo en cuenta que en sueños no podemos identificar a los demás con la misma facilidad que estando despiertos, puesto que el cuerpo físico no nos acompaña en sueños y que la mente puede disfrazarse de lo que desee, nos encontramos en un verdadero laberinto a la hora de interpretar los sueños.
-¿Cómo puedo saber que las personas que aparecen en mi sueño pertenecían a un comando de ETA y no se trata de una sugestión causada por el temor o una falsa interpretación generada por mil y un motivos? No lo puedo saber, en el sueño no hay ningún dato incontrovertible ni se pronuncian palabras de reconocimiento de su condición, ni existe la menor prueba que al soñador le pueda dar una seguridad, ni siquiera relativa. La certeza del soñador nace de su intuición, una forma de conocimiento directa que no admite dudas. En numerosos sueños me he encontrado con figuras de personas que en poco o en nada se parecían a las que yo conocía estando despierto y sin embargo no tenía la menor duda de que eran ellas. No se trata de tener fe en la intuición y de aceptar sin más lo que pensamos al despertarnos. Todos sabemos que muchas veces nos engañamos al creer que hemos intuido algo cuando en realidad simplemente nos hemos sugestionado o nos hemos engañado al fiarnos de algunos detalles que nos parecen incontrovertibles cuando no lo son. Para no caer en el engaño fácilmente deberemos tener en cuenta los factores más importantes que intervienen en el sueño. Veamos algunos.
-En el sueño podemos recordar escenas que hemos vivido estando despiertos a lo largo de nuestra vida. En ese caso las escenas oníricas deben coincidir con las reales, en otro caso hay que descartar que estemos reviviendo un episodio de nuestra vida. Podemos compartir sueños con otro soñador, en ese caso no debemos descartar que la escena sea real porque nosotros no la hayamos vivido, puesto que la ha podido vivir el soñador con el que compartimos sueños. Podemos estar viendo algo con nuestro tercer ojo u ojo psíquico. En ese caso la dificultad para interpretarlo es extrema, puesto que el ojo psíquico puede viajar en el tiempo y en el espacio. Lo mismo estamos viendo una escena de un futuro más o menos cercano y entonces no podemos descartarla por el hecho de que no sea una vivencia nuestra estando despiertos. A todos nos ha ocurrido en algún momento soñar con una persona a la que no veíamos hace mucho tiempo y a la que encontramos casualmente al volver una esquina. El viaje en el tiempo en sueños es muy habitual, y muy complicado saber en qué tiempo estamos. Me ha ocurrido recientemente soñar con un perro al que no conocía y descubrir asombrado que ese mismo día ese perro, inconfundible, se presentó ante mí. Pero no existe ninguna garantía que soñar con un animal o persona o con un determinado entorno signifique que vamos a estar físicamente a presencia de ellos. El ojo psíquico es algo endiablado. Lo mismo te puede llevar a un lugar que a otro, a un tiempo o a otro, y no acostumbra a darte datos que te ayuden a saber dónde estás ni cuándo. Además están las proyecciones mentales de los otros que te pueden confundir, de hecho te confunden siempre. La intuición es un conocimiento directo, pero muy enrevesado, la identificación con el objeto o la persona que estás “viendo” o conociendo hace que tu personalidad deje de ser la tuya y se convierta en la del otro, sin dejar de ser la tuya. Si alguien lo entiende que me lo explique, pero es así. Puedes estar “viendo” a través de la mente de otro y pensar que eres tú y sólo tú quien está viendo. Las emociones que genera en ti lo que estás viendo pueden ser las emociones del otro, o las tuyas, o una mezcla de ambas. Desde luego que es algo endiablado. Por eso resulta tan complejo y tan dudoso saber qué estás viendo en una escena onírica y quién lo está viendo. Solo te puedes fiar de tu intuición, cuando es verdadera, algo de lo que nunca tienes la seguridad al cien por cien. Saber con certeza qué estás viendo y a quién en una escena onírica es en extremo complicado, por eso siempre hay que ser prudente y no dar por descontado nada, utilizar la lógica y cuantos medios tengas a tu disposición nunca está de más, al contrario, si no lo haces a veces te llevar grandes sorpresas y cometes drásticos errores.
-Analizar un sueño de estas características exige mucha prudencia, lleva su tiempo, la lógica es de una gran ayuda, pero siempre que tengas en cuenta todos los factores que están influyendo en ese sueño. Tomar nota, rumiar, esperar y decidir si el sueño es tan importante como para emplear todo el tiempo que sea necesario, o no, son condiciones indispensables. En este caso que los personajes del sueño fueran realmente comandos de ETA o no y que estuvieran tramando un atentado era muy dramático, por supuesto, pero poco práctico a todos los efectos. El soñador no podía evitar ese atentado, casi nunca puede evitar nada, y tan solo era importante a los efectos de que el soñador pudiera saber si estaba programado en sueños para buscar específicamente esos acontecimientos y hasta qué punto había tenido éxito en su empeño. No es que sea demasiado importante. Desde la filosofía chamánica del ensueño una vez que se cierra la puerta, tanto al pasar de la primera atención a la segunda, como al volver de la segunda a la primera, ya no puedes recordar nada, salvo que seas un guerrero completo, que hayas conseguido ensoñar despierto y unir esos dos mundos, esas dos atenciones. Entonces ya no necesitas recordar ni saber mucho más, tu vida es íntegra, completa, y lo mismo que en la primera atención calibras tus actos de acuerdo a tu información, también haces lo mismo en la segunda, solo que de una manera diferente. Conocer qué hace tu doble es algo muy complicado, de hecho don Juan le dice a Castaneda que no podemos saber lo que hace nuestro doble. Es algo que yo entiendo desde el punto de vista de un aspirante a guerrero que no ha alcanzado la totalidad de uno mismo. Cuando llegas a esa fase o estado me da en la nariz que las cosas cambian, y mucho. ¿Hasta qué punto puede un guerrero que ha alcanzado la totalidad de sí mismo saber lo que hace su doble, dialogar con él y actuar de consuno? Es una bonita pregunta, pero sin respuesta. No obstante hubo una etapa en mi vida en que me rompí los cuernos, en expresión vulgar, intentando saber qué hacía mi doble e intentando controlar sus actos. Algo que ahora me parece una majadería, pero entonces era importante para mí, por desgracia semejante majadería me causó muchos problemas y estados mentales muy patológicos.
-Este no fue un sueño único, hubo más, bastantes más, algunos con más detalles, más claros, más lúcidos. Saber que estás soñando con comandos de ETA no es precisamente agradable. Dejando aparte las hipotéticas repercusiones que puede tener esa actividad onírica, solo un guerrero que ha alcanzado la totalidad de sí mismo puede enfrentarse a algo así sin acabar en la locura o en la angustia persistente que hace de tu vida un infierno. Pero yo entonces atravesaba una etapa de delirio profético. Estaba convencido de que tenía una misión y que debería cumplirla, y esa misión tenía mucho que ver con mi conducta en sueños. Según algunos libros de teosofía que he leído, algunos de Leadbeater, los adeptos o discípulos de los maestros pueden realizar misiones concretas encomendadas por los mismos, bien en sueños o bien de cualquier otra manera. La posibilidad de que yo fuera un adepto que se hubiera entregado en manos de algún maestro que le encomendara misiones en el astral o en el mundo de los sueños me tenía muy preocupado. Algunos sueños en los que yo aceptaba ese tipo de misiones vinieron a complicar más las cosas y a angustiarme hasta límites que me afectaron mucho. ¿Estaba yo vigilando a comandos de ETA en sueños en base a una misión encomendada por algún maestro? Ahora, después de leer al conde de Saint Germain tengo claro que mi evolución no es suficiente para llevar a cabo ese tipo de misiones y que ningún maestro en su sano juicio me las encomendaría, entonces menos que ahora. Pero eso es algo que te cuesta aceptar. La importancia personal te hace muchas jugarretas y la de creerte tan elevado como para hacer estas cosas es una de ellas.
-Creo que saber lo que estás haciendo en sueños, sea lo que sea, no es importante, salvo que como guerrero hayas alcanzado la totalidad de ti mismo, entonces todo es importante, lo que sucede en la primera atención, en la segunda, en la tercera y cada acto que realizas en tu vida, despierto o dormido, porque cuando ensueñas despierto se han barrido los límites. Un guerrero debe plantearse cada acto de su vida como si fuera el último, también cuando estás en sueños. Solo que si no tienes el control, no te queda otra que dejar que tu doble haga lo que hace y que no puedes evitar, porque él está en mejores condiciones que tú para decidir. Cuando tienes más conocimiento, más datos, más sabiduría, estás más evolucionado, dejar que tu doble lleve las riendas es algo natural, aunque nos cueste imaginar que alguien al que tú no controlas esté haciendo cosas que tú no harías. Queremos llevar las riendas en todo, pero nos olvidamos que somos muchas personalidades en una, algunas superiores a las otras, puede que a un sonámbulo le guste que su consciente en estado de vigilia tome las riendas pero no podemos o estamos conscientes o no lo estamos, o estamos despiertos o sonámbulos.
-En el sueño hay muchos detalles que parecen disparatados y no tienen la menor lógica, pero el simple hecho de que al despertar calificara el sueño como un sueño sobre ETA para mí ya es importante. Durante el tiempo que tardamos en salir del sueño y que la consciencia en estado de vigilia tome las riendas, es fácil que cosas importantes atraviesen de alguna manera la puerta que se ha cerrado. No es un bloqueo absoluto, si así fuera no recordaríamos nada de nuestros sueños, nunca. Si recordamos es porque algo se ha colado, lo mismo que el viento puede colarse por las rendijas de una puerta, aunque todos sabemos que el viento es muy volátil, difícil de percibir y engañoso. El ansia por atrapar esos detalles a veces nos puede, pero no es importante. Teniendo en cuenta que nuestro yo despierto no tiene el control y poco podemos hacer, preocuparse y angustiarse por ello no tiene sentido. Si algo se cuela y después de ser analizado concluimos que es importante, deberemos anotarlo y hacer todo lo que esté en nuestra mano para que los supuestos efectos de ese sueño sean los mejores posibles, para nosotros y para todos los demás. Pero hasta que no estemos completos, hasta que la evolución lo permita, no podemos sentirnos responsables, ni angustiarnos, ni pasarnos el resto de nuestras vidas persiguiendo una mariposa de viento que ni siquiera vemos. Hay que ser humildes, un guerrero debe de ser humilde, hay cosas que `puede hacer y otras no y a menudo el “no hacer” puede ser más importante y efectivo que el hacer. Aquellos sueños me descontrolaron hasta el punto de mirar a veces los bajos del coche por si ETA me había descubierto y me habían colocado una bomba lapa. Esto suena a disparate, pero para el soñador no advertido el delirio a veces es percibido como una realidad absoluta e incontrovertible.
-Saber que en sueños estamos haciendo cosas que no recordamos es como saber que otros están haciendo cosas que no podemos evitar, todo conocimiento es positivo, porque eso implica la expansión de la consciencia y eso siempre es bueno, pero nada es tan importante como para que un guerrero pierda su tiempo, nada. Un guerrero hace lo que tiene que hacer, le parezca o no importante, al margen de los efectos que pueda producir en su vida o en la vida de los demás. Es el único asidero que le queda al guerrero, saber que sus actos, fueren los que fueren, y aunque no sean importantes hacen al guerrero. Son los actos los que hacen a un guerrero. Los sueños también son actos, por eso un guerrero ensueña y en el ensueño sigue haciendo lo que tenga que hacer, aunque suene disparatado.
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