DICCIONARIO ESOTÉRICO III

2 03 2016

12-derviches

DERVICHES, o “encantadores danzantes”.– Aparte de la austeridad de vida y de las prácticas de oración y meditación, los santones mahometanos se parecen muy poco alos fakires indos. Estos pueden llegar a ser sannyâsis o santos mendicantes; los primeros jamás irán más allá de las fases secundarias de las manifestaciones ocultas. El derviche puede ser también potente hipnotizador, pero jamás se someterá voluntariamente a las abominables y casi increíbles mortificaciones que el fakir se inflige con creciente avidez hasta morir entre lentos y crueles tormentos. Las más horribles operaciones, como desollarse vivo, cortarse los dedos de pies y manos, amputarse las piernas, sacarse los ojos, enterrarse hasta el cuello y pasar así muchos meses, son para ellos juegos de niños. Uno de los tormentos más frecuentes es el tshiddy–parvâday 29. Consiste en suspender al fakir de uno de los brazos movibles de una especie de horca que suele verse en las cercanías de los templos. En el extremo de cada uno de estos brazos, hay una polea a la que está arrollada una cuerda con un garfio de hierro pendiente, que se clava en la desnuda espalda del fakir, cuya sangre inunda el suelo, y levantado en alto se le hace girar alrededor de la horca. Desde el primer momento de tan cruel operación, hasta que por su propio peso el cuerpo cede rasgado por el garfio y cae sobre las cabezas de la multitud ni un solo músculo del rostro del fakir se contrae en lo más mínimo y queda tan tranquilo, grave y reposado como si saliera de un refrigerante baño. El fakir se goza en despreciar los mayores tormentos, porque está convencido de que cuanto más mortifique su cuerpo material, más brillante y santo será su cuerpo espiritual. El derviche no es capaz de infligirse tales torturas.

 

COMENTARIO PERSONAL

PARAÍSO BUDISTA

Todo camino esotérico, de conocimiento, tiene que llevar necesariamente a la superación de la realidad física puesto que solo lo eterno permanece y la fugacidad del tiempo no permite edificar sobre él nada duradero. Algo que todas las religiones, culturas, corrientes esotéricas y filosofías orientales admiten y es la base, los cimientos, de sus edificios y estructuras de conocimiento intentando explicar el sentido de la vida. Ya lo dijo San Ignacio de Loyola en sus ejercicios espirituales. ¿De qué te sirve ganar todo el mundo si pierdes tu alma? Nuestra mortalidad convierte todo lo que tocamos y poseemos en algo perecedero, frágil, que solo nos sirve durante un tiempo. Solo la inmortalidad podría cambiar estas bases del pensamiento. Podemos imaginarnos que la ciencia pudiera lograr con el tiempo un dominio de la genética que permitiera a los cuerpos físicos vivir durante muchos años, o incluso podemos fantasear con la posibilidad de cuerpos biónicos o mecánicos, cuyas partes pudieran ser reemplazadas como las piezas de un automóvil, al que se colocaría una inteligencia artificial que sería la nuestra, es decir, nuestro cerebro copiado en un chip, en un pequeño disco duro, en un artilugio adecuado. Se supone  que esta es toda la inmortalidad posible que podemos alcanzar, y aún así sería muy limitada y frágil. Por muchas piezas que se pudieran cambiar nadie estaría libre de tener que pagar por ellas y el que no paga no vive, como el que no llora no mama. La inmortalidad estaría sujeta al dinero, a la posición económica, pero aún así tampoco sería tal inmortalidad porque podría haber fallos al transmitir nuestro cerebro al artilugio correspondiente y nuestra personalidad sufriría hasta el punto de que no pudiéramos reconocernos, al perecer nuestra identidad pereceríamos nosotros.

 

Demos las vueltas que demos todo lo material está sujeto al tiempo, a su deterioro, a su fugacidad, la inmortalidad solo puede ser alcanzada en otra dimensión atemporal, con otra base que no sea la materia. Cuando preguntamos a alguien qué es ser inmortal nos suele responder que es “vivir para siempre”. Pues bien esa vida física de la que se habla no es posible que sea eterna puesto que la eternidad es por definición algo que está fuera del tiempo y el tiempo está inextricablemente unido al espacio, como ya intuyó Einstein. Quien desee la inmortalidad tiene necesariamente que transcender la realidad física.

eL VELO DE MAYA

El budismo habla del velo de Maya como de esa extraña sugestión que nos hace creernos temporales, individuales, habitantes de un universo material, cuando la auténtica realidad es otra. No existe la gota en el océano, existe el océano, no existe la individualidad, existe la consciencia que se ha autolimitado pero que puede recuperar su auténtica dimensión infinita. El alma es la chispa divina, la única parte de nosotros que no es perecedera, que contiene la inmortalidad, la infinitud, la esencia vinculante con los demás y con todo lo existente.

LA GRIETA DEL MUNDO

En el chamanismo de Castaneda la inmortalidad se alcanza cuando el guerrero, el nagual, el grupo conformado por el nagual y sus guerreros, atraviesa la grieta dimensional o puerta que al parecer existe en muchos puntos del planeta. Cuando el guerrero crea su clon con la recapitulación y el ensueño el Águila o Mente universal o mente impersonal, les deja pasar y ser libres y eternos, porque lo que el Águila quiere es recuperar el don de la consciencia que entregó generosamente a sus criaturas para que exploraran el mundo de la materia que ella no puede explorar por sí misma y de esta forma le devuelven la consciencia con el cúmulo de experiencias vividas. El guerrero alcanza  de esta forma la libertad y la inmortalidad, pero ya no está en la primera atención o mundo físico. No hay otra solución que la transcendencia de ese mundo físico.

 

india-fakir-varanasi

 

Los caminos que buscan la transcendencia son innumerables, algunos muy llamativos y hasta espeluznantes como en el caso de los fakires de los que habla en la cita anterior Ana Blavasky. Pone los pelos de punta lo que un fakir puede hacer con su cuerpo físico, pero no nos asustemos demasiado, nadie puede transcender el dolor de esta forma si antes no ha transcendido su  consciencia limitada y temporal. Es como colocarse una armadura de hierro para hacer frente al puñal del dolor o un traje ignífugo para atravesar el fuego. Se supone que una vez hemos transcendido la realidad física el interés que pueda seguir despertando ésta en nosotros es mínimo, lo mismo que quien pudiera volar como un águila para recorrer caminos y dirigirse hacia nuevos horizontes no echaría nunca de menos el duro esfuerzo de moverse con dos piernas por el suelo material. El que alguien pueda llegar a realizar algo así con su cuerpo, superando el dolor es una buena bofetada en el rostro de los incrédulos, la única explicación de que uno pueda superar el dolor y su propia imagen de identidad es que ha alcanzado otro nivel de consciencia.

 

En cuanto a los derviches su camino parece ser el de la identificación con el movimiento perpetuo, en este sentido creo que entroncan con el TAO, el taoísmo. Mi experiencia intentando imitar el movimiento del derviche, adoptando su postura y girando como ellos ha sido muy aleccionadora. En realidad se puede decir que todas las formas de transcender la realidad física están basadas en adaptarse al movimiento perpetuo, a la ley de la vibración. Cambiamos nuestras vibraciones materiales a través del sonido o mantra, a través de la danza, del movimiento giratorio del derviche, a través de la meditación, vaciando nuestra mente, calmando esas vibraciones o estímulos que centran nuestra consciencia en un nivel determinado de realidad. Lo mismo que un viajero que se moviera dentro de un vehículo y mirara por la ventana vería la realidad de forma muy diferente según el vehículo se moviera a una determinada velocidad u otra, pudiendo ocurrir que superada la velocidad de la luz la realidad diera un cambio absoluto y se transformara en otra.

 

El concepto del apego budista no es otra cosa que la obsesión del ser mortal por permanecer en una realidad dimensional o vibratoria determinada para siempre cuando por naturaleza nada es para siempre. El desapego no sería otra cosa que hacerse consciente y aceptar que nuestra naturaleza es eterna, libre y fluyente y no permanente en un estado concreto de existencia. Una vez aceptado esto el fakir puede trocearse el cuerpo en trocitos y el derviche podría estar girando por toda la eternidad, porque ambos han alcanzado la verdadera sabiduría, no somos individuales y temporales sino que pertenecemos al océano infinito de consciencia y somos eternos.

 

 





DICCIONARIO ESOTÉRICO II

11 08 2015

ANTROPOLOGÍA.– La ciencia del hombre, subdividida en:

Fisiología, que descubre los misterios de los órganos, y su funcionamiento en el hombre, animales y plantas.

Psicología, que estudia el alma como entidad distinta del espíritu, en sus relaciones con el espíritu y con el cuerpo. La ciencia moderna relaciona generalmente el alma con las condiciones del sistema nervioso, sin atender a su esencia y naturaleza psíquica. Los médicos llaman a la Psicología ciencia de la locura, y, en las escuelas de medicina dan el nombre de lunática a la cátedra de esta ciencia

COMENTARIO PERSONAL

La ciencia y la medicina occidental niegan sistemáticamente cualquier realidad que no pueda ser percibida por sus ojos o por los artilugios que amplían la vista de los mismos. Ni siquiera se plantean la posibilidad de que el futuro nos podría traer nuevos artilugios con los que percibir nuevas cosas. Existe lo que veo hoy, lo que vea mañana es solo una hipótesis. De esta forma el conocimiento del hombre, la ciencia del hombre es algo tan limitado que lo mismo podríamos ser cualquier otra cosa y nosotros sin enterarnos. El budismo y el conocimiento esotérico nos habla de numerosos cuerpos y numerosas dimensiones dentro del hombre, que es en realidad un ser multidimensional por lo que su estudio en una sola dimensión es limitar y constreñir la increíble potencia multidimensional que somos. Muchas enfermedades mentales podrían explicarse des una perspectiva multidimensional, como enfermedades del alma que repercuten en los restantes cuerpos. Mientras la ciencia occidental no sea capaz de ver más allá de sus narices la cura de las enfermedades del alma, de la enfermedad mental, de las enfermedades psicosomáticas, será una meta inalcanzable. Tal vez el tiempo nos depare grandes sorpresas, cuando la ciencia haya hurgado tanto en el mundo subatómico que comience a encontrar las partículas de la mente y del alma.

CALDEOS o kasdimos.– Al principio una tribu y después una casta de sabios

cabalistas. Eran los sabios y magos de Babilonia, astrólogos y adivinos. El famoso Hillel, precursor de Jesús en filosofía y ética, era caldeo. Frank, en su Kabbala, hace notar la estrecha semejanza de la “doctrina secreta” del Avesta, con la metafísica religiosa de los caldeos.

COMENTARIO PERSONAL

El esoterismo es como un iceberg en el que la parte visible es mínima comparada con la invisible. Lo que la Biblia nos muestra es solo una pequeña parte visible del conocimiento esotérico que ha recorrido y sigue recorriendo las catacumbas de la historia. El conocimiento es tan amplio que la figura del hombre renacentista, que lo sabía todo en su época, ha quedado para la historia, no obstante el hombre de conocimiento, el hombre inquieto, es un buscador nato que acabará encontrando lo que busca, como nos dice la frase evangélica.

DACTYLOS (daktulos, dedo).– Nombre dado a los sacerdotes consagrados al culto de Kybelê (Cibeles). Algunos arqueólogos derivan este nombre de dàctuloç, dedo, porque los dactylos eran diez, como los dedos de las manos, pero no consideramos correcta esta hipótesis.

COMENTARIO PERSONAL

Tal vez nos vendría bien revisar ese prejuicio que nos hace pensar en las viejas culturas, en los hombres de esas culturas, como auténticos idiotas, capaces de crearse dioses y adorarles para explicar fenómenos naturales que hoy nos parecen evidentes. Si hurgamos un poco en la superficie de esa leyenda, tal vez nos encontremos con una fuerte y poderosa corriente esotérica en la que los dioses formarían parte de otras dimensiones y no de ésta. El universo es una gigantesca pirámide dimensional en la que nosotros formamos la base y por encima hay toda clase de seres y entidades poderosos. Los dioses, como se dice también en la filosofía budista, forman parte de una dimensión más de la gigantesca rueda kármica que todos recorremos, el hecho de que hayan alcanzado una dimensión elevada y unos poderos espectaculares, no los hace menos susceptibles a la tentación de saltarse a la torera las leyes cósmicas y espirituales, lo que les haría involucionar y bajar a dimensiones más cercanas a nosotros. Se podría decir que quien fue dios hoy no está libre de ser un pobre humano mañana.

DAIMON

Para los griegos antiguos,la palabra DAIMON definía el poder incognoscible que impulsabaa un individuo más o menos ciegamente hacia adelante. Si
colaboraba a que el individuo consiguiera grande gloria, entonces
a éste se lo honraba al morir como un daimon, como si
hubiera llegado a encamar su propia «necesidad más alta» fundiéndose
con ese doble fantasmal. El griego de la calle, no obstante,
describía con la noción de daimónico cuanto el individuo
experimentara como imprevisible, fuera de control y ajeno a su
propia hechura; era, en breve, una palabra para designar el
poder de un destino singular.»
Buen número de filósofos griegos supusieron que aspectos
daimánicos de la existencia individual podían ser adivinados
por un ser humano. Los pitagóricos, por ejemplo, especularon
que los daimons eran seres intermediarios, guardianes
sobrehumanos asignados a seres humanos específicos: planeando
en los aires, los daimons despachaban sueños y portentos a
quienes custodiaban, y estos signos, adecuadamente interpretados,
podían entregar a una persona cierta premonición de
su destino. Heráclito rechazó esa visión y advirtió, en uno de
sus paradójicos aforismos, que «la personalidad es el daimon
del hombre». Sócrates, por su parte, consideraba que su daimon
era una divinidad audible que vive en uno mismo, un ser
distinto de él mismo, que a veces le hablaba, lo hacía inte-rrumpirse, decir no, volverse o cambiar de opinión y hasta deconducta. La declarada intimidad de Sócrates con su daimo»estimuló el recelo popular, la sospecha de que se estaba 111ventando
un dios nuevo (literalmente conveniente), uno de
los cargos que le costaría la vida al filósofo. 15
Conocible o no -y subproducto contingente de la personalidad
humana o dote de nacimiento que un espíritu divino
o semi divino sostiene- la naturaleza del daimon de cada uno
define el curso de la vida individual. Bendita el alma con un
buen daimon: nadando con la marea pasa a eudaimon, o feliz.
Pero había otra posibilidad, más inquietante, que dramatiza
la tragedia griega: a veces una persona, incluso una persona
grande y heroica, tiene que soportar la carga de un daimon
malo. Esta fue la posibilidad que los teólogos del cristianismo
primitivo convocaron al usar la palabra daimon para significar
un desalmado diabólico, o «demonio», un emisario del demonio,
que asedia el corazón, se asoma en los sueños, preside los
deseos carnales, propone una continua tentación para hacer
el mal, y sólo se lo puede resistir si se paga el precio de la
mortificación y de la renuncia.!»
Nietzsche (como Goethe antes que él) rechazó esa estigmatización
del aspecto demoníaco del ser humano. Si convertirse
en lo «que uno es» desata una compulsión hacia lo maligno, que
así sea. «El hombre necesita lo que en él hay de más maligno
para conseguir lo que en él hay de mejor». Si actuar en armonía
con un demonio particularmente maldito lleva al desastre, que
así sea. «El secreto para cosechar lo más fructífero y lo más gozoso
de la existencia es vivir peligrosamenll!’. Para mejor o peor, el
ser humano que se quiere hallar a sí mismo (y no renunciar a sí
mismo) no tiene opción. «No hay creatura más temible ni más
repulsiva, que el hombre que rehuye su propio genío».» Se lo
llame genio o se lo considere el daimon propio de cada uno, en
ello reside la clave de Nietzsche para desatar «el enigma que cada
hombre debe resolver», el enigma «que sólo se puede resolver
siendo, siendo lo que uno es y no otra cosa».

JAMES MILLER LA PASIÓN DE MICHAEL FOUCOULT

 

http://www.webdianoia.com/glosario/display.php?action=view&id=330&from=action=search%7Cby=D

https://es.wikipedia.org/wiki/Demon_(mitolog%C3%ADa)

DEMIURGOS o Demiurgo.– Artífice; el Poder Supremo que ha construido el

universo. Los francmasones derivan de esta palabra su frase de “Gran Arquitecto”. El

magistrado principal de algunas ciudades griegas llevaba este título.

DEMONIOS.– Nombre dado en los pueblos antiguos, y especialmente por los

filósofos alejandrinos, a toda clase de espíritus, buenos y malos, humanos o de otra

naturaleza. Con frecuencia este nombre es sinónimo de dioses o ángeles; pero algunos

filósofos distinguen entre las diversas clases.

COMENTARIO PERSONAL

Como ya dije, la pirámide multidimensional del universo es increíble, casi infinita, o sin casi. En el libro de Urantia resulta abrumadora la lista de entidades que van descendiendo desde la Trinidad hasta nosotros. Como se dice allí, parece existir un plan universal que todas las entidades deben seguir en todos los universos y quienes se apartan de ese plan se enfrentan al infinito poder de las leyes cósmicas. No parece existir otro camino que el trazado desde arriba, desde la Trinidad, algo que tiene su lógica, una lógica aplastante, puesto que los poderosos siempre se han impuesto a los menos poderosos. La entidad suprema, el demiurgo, debe tener siempre el control sobre el resto de sus entidades creadas, bien sean ángeles o demonios o simples humanos.  No parece posible que una mente limitada pueda superar nunca a una mente ilimitada, por eso, aunque nos duela aceptarlo, nuestra libertad será siempre limitada y siempre estaremos sujetos a entidades más poderosas que planifican nuestros destinos desde arriba. Las fuerzas poderosas que controlan y dirigen el universo, en la expresión que emplea don Juan al explicarle todo esto a Castaneda, son algo que escapa a nuestro limitado conocimiento, pero que están ahí parece de todo punto innegable.





DICCIONARIO ESOTÉRICO I

16 07 2014

TOMADO DEL LIBRO DE HELENA BLAVASTKY ISIS SIN VELO

AKÂSA. – Literalmente en sánscrito significa firmamento; pero en su místico sentido, significa el cielo invisible, ó, como dicen los brahmanes en el sacrificio del Soma (Gyotishtoma Agnishtoma), el dios Akâsa, o dios Firmamento. De los Vedas se infiere que los indos de cincuenta siglos atrás le atribuían las mismas propiedades que los lamas tibetanos de hoy, quienes le consideran como fuente de vida, depósito de toda energía y propulsor de todo cambio en la materia. En estado latente, coincide el Akâsa con nuestra idea del éter universal; en estado de actividad, es el Dios omnipotente y director de todo. En los sacrificios y misterios brahmánicos desempeña el papel de Sadasya, o presidente de los mágicos efectos de las ceremonias religiosas, y tiene su sacerdote propio (Hotar) que toma su nombre. Los sacerdotes de la India y otros países eran antiguamente representantes en la tierra de distintos dioses, y cada uno de ellos tomaba el nombre de la divinidad en cuyo nombre obraba.

El Akâsa es indispensable agente de toda krityâ ú operación mágica, ya religiosa, ya profana. La expresión brahmánica “excitar el Brahmâ” (Brahmâ jinvati), significa despertar el poder latente en el fondo de las operaciones mágicas, pues los sacrificios védicos son magia ceremonial. Este poder es el Akâsa o electricidad oculta, el alkahest de los alquimistas o disolvente universal, la misma anima mundi, como luz astral. En el momento del sacrificio está embebida en el espíritu de Brahmâ y mientras aquel se lleva a cabo es el mismo Brahmâ. Este es evidentemente el origen del dogma cristiano de la transubstanciación. En lo que se refiere a los efectos generales del Akâsa, el autor de una de las obras más modernas de filosofía oculta: Arte Mágico, da por vez primera una muy inteligible é interesante explicación del Akâsa, en conexión con los fenómenos atribuidos a su influencia por fakires y lamas.

ARCHIVOS AKÁSICOS

Digamos que serían una especie de videoteca donde quedan registradas todas las vidas y toda la evolución del universo. Algunos la consideran una especie de biblioteca que pude ser consultada por los iniciados y todos aquellos seres que posean el tercer ojo o la facultad de viajar astralmente. Se puede decir que la meditación sería una excelente forma de acudir a la biblioteca, obtener el libro correspondiente y leerlo con todo detalle. Debo decir que en un sueño yo hacía algo así y luego lo he reflejado en un capítulo de mis «Relatos esotéricos». Os dejo el enlace a la wikipedia para más información.

http://es.wikipedia.org/wiki/Registro_ak%C3%A1sico

ALMA.– Es el nephesh de la Biblia; el principio vital, el soplo de vida que todos los animales, incluso los infusorios, comparten con el hombre. En las traducciones de la Biblia se interpreta indistintamente por vida, sangre y alma. El texto original del Génesis dice: “No matemos su nephesh”28. La Vulgata lo traduce por: “No le matemos”. Así en los demás pasajes.

También sacado del mismo libro y autor. Isis sin velo.

COMENTARIO PERSONAL: En el budismo se habla de varios cuerpos astrales y corrientes esotéricas como los rosacruces distinguen entre la vitalidad que nace del espíritu o mente universal y el alma o trozo de la divinidad o chispa divina. En el libro de Urantia se habla del ajustador de pensamiento que nos faculta para retener la personalidad al morir y poder seguir el camino como peregrinos del tiempo hasta alcanzar altas metas evolutivas.

Transcribo literalmente la cita de la wikipedia sobre el Atmán o alma budista.

El ātman (en sánscrito: आत्म‍, ātma; en idioma palí: atta) literalmente significa «sí mismo», pero a veces se traduce como «alma» o «ego».

En el budismo, la extraviada o inapropiada creencia en el ātman es la consecuencia primordial de la ignorancia, la cual es en sí misma la causa de toda miseria y la fundación del saṃsāra. Algunos sutras mahāyānas y tántricos, sin embargo, insisten fuertemente sobre la realidad final del ātman cuando es equiparado con el ser esencial y eterno del buda (Doctrina Tathagatagarbha).

ALQUIMISTAS.– De Al y Chemi, el fuego o dios Kham de que tomó nombre el
Egipto. Los rosacruces medioevales como Roberto Fludd, Paracelso, Tomás Vaughan (Eugenio Filaleteo), Van–Helmont y otros, fueron alquimistas que buscaban el espíritu oculto en la materia inorgánica. Muchos han acusado a los alquimistas de charlatanería y presunción; pero no cabe tratar de impostores y mucho menos de insensatos a hombres como Rogerio Bacon, Agrippa, Enrique Kunrath, y el árabe Geber, el primero que reveló en Europa algunos secretos químicos. Los sabios de hoy reedifican las ciencias físicas sobre la base de la teoría atómica de Demócrito, restablecida por John Dalton, sin recordar que Demócrito de Abdera era alquimista de talento bastante para profundizar los secretos de la naturaleza y llegar a ser filósofo hermético. Olaus Borrichias dice que el origen de la Alquimia se pierde en remotísimos tiempos.

Una cita de Isis sin velo.

COMENTARIO PERSONAL: La leyenda dice que eran capaces de transmutar el hierro en oro. Para los no iniciados, ansiosos siempre de riquezas y apegados a la materia, cualquier conocimiento que les haga más ricos y poderosos es de un valor tal que serían capaces de matar para obtenerlo. En realidad la alquimia no era otra cosa que una iniciación a las grandes verdades capaces de transmutar el hierro del individuo en el oro del iniciado, eso sin discutir que muchos alquimistas eran también químicos y científicos de su tiempo y procuraban obtener todo tipo de conocimientos científicos con sus experimentos.